En el encuentro, los responsables del banco habrían justificado los ajustes en la reducción de los ingresos porque los tipos de interés a los que se conceden los préstamos ahora son más bajos que hace dos años mientras que los gastos van al alza.

La reestructuración la aborda tras haber cerrado la integración de Liberbank el pasado mes de julio, dando lugar al quinto banco del país, con unos 9.700 empleados, alrededor de 1.400 oficinas y unos 109.000 millones de euros en activos.

De las salidas planteadas por la entidad antes de que se inicien las negociaciones formales del ERE, prevé que 508 empleados salgan de los servicios centrales y 1.005 de la red de sucursales.

En UGT mostraron su oposición a "cualquier proceso que conlleve salidas no voluntarias", exigiendo que los trabajadores en excedencia pactada compensada procedentes de Liberbank sean incluidos en estos números.