Así se refleja en los resultados publicados este viernes por la compañía, que indican que, en su conjunto, el grupo alcanzó unas ventas de 2.248 millones de euros durante la primera mitad del ejercicio, igualando la cifra de 2019, pese al descenso de actividad en sus negocios de viajes y gasolineras.

La compañía resaltó la evolución del dominio alimentario, sin gasolineras, que obtuvo una facturación de 2.113 millones de euros, un 2,4% más respecto al mismo periodo de 2019.

Por otro lado, el beneficio operativo corriente, indicador de la evolución del negocio, registró un resultado de 105,9 millones de euros en el primer semestre, lo que supone una mejora del 63% con respecto a niveles prepandemia.

El presidente de Eroski, Agustín Markaide, afirmó que “la evolución de las ventas del primer semestre refleja el efecto que ha tenido la pandemia en un mayor consumo de alimentación en el hogar, aunque la tendencia de este efecto es decreciente”. “Los resultados plasman esta situación y, aunque, naturalmente, se sitúan por debajo de los del mismo período de 2020, superan notablemente los de 2019 por las medidas que se han ido adoptando estos dos años que redundan en una red más eficiente y unas tiendas más atractivas”, añadió.