Según informó la Policía, como responsable de este secuestro han sido detenidos tres ciudadanos marroquíes, que fueron los que llamaron a la madre de la víctima, que reside en Marruecos, para decirle que su hijo moriría si no pagaba la deuda que tenía pendiente.

La madre de la víctima facilitó a los secuestradores el teléfono de su yerno para que trataran directamente con él. Fue éste último la persona que finalmente denunció los hechos.

El denunciante, antes de hablar con la Policía, recibió una llamada de los secuestradores en la que le hicieron saber que tenían retenido a su cuñado y que estaban dispuestos a matarlo si no satisfacían sus exigencias.

Durante esta conversación, permitieron a la víctima hablar directamente con su familiar, para confirmarle que era víctima de un secuestro e informarle de que se encontraba bien.

Para intentar detener a los secuestradores, la Policía acordó entregar el dinero exigido en un área de servicio cercana a la capital aragonesa. Esto permitió detener en un primer momento a dos de los captores, mientras que el tercero fue localizado junto a un vehículo, en cuyo maletero estaba la víctima.