González y Rajoy mantuvieron una conversación pública organizada por el Foro La Toja, en la que repasaron la situación de Cataluña e insistieron en la necesidad de consensos y acuerdos, principalmente entre los dos principales partidos, en los temas capitales entre los que incluyeron la cuestión catalana.

Por su parte, el expresidente socialista negó estar “en contra” de un diálogo con la Generalitat, en alusión a la mesa de diálogo entre el Ejecutivo y el Gobierno catalán, pero tampoco de un “diálogo con la otra mitad de Cataluña que no representa la Generalitat”, apuntó González en crítica directa a que el Ejecutivo catalán solo aboga por una causa. Precisamente, el expresidente animó a los soberanistas a que hallen "si alguien tiene que encontrar el héroe de la retirada, que lo busque."

“No lo satanizo, siempre que el diálogo se haga desde el respeto a la Constitución y no fuera del respeto” a la Carta Magna, remachó.

González dio la “razón” a los independistas cuando reclaman “desjudicializar la política” y que el conflicto “solo tiene una solución política”, porque, reflexionó, “hay que negociar en el marco de la Constitución Europea y, dentro de ese marco, no existe ni amnistía ni autodeterminación. Porque no hay ninguna Constitución que tenga una semilla de autodestrucción en su seno”, concluyó.

“REGLAS DE JUEGO”

“Se debe mantener apuesta de diálogo, encontrar una vía de diálogo, pero respetando las reglas de juego”, remarcó el expresidente del Gobierno. Rajoy comenzó diciendo que él “podría reproducir lo que ha dicho el presidente González”., incluso remachó que “ninguna Constitución lleva un germen o semilla para que salte por los aires”.

El expresidente popular admitió que “le parece muy bien que se hable” con el independentismo, puesto que él mismo lo hizo, pero puntualizó que no le “gusta que parezca que están al mismo nivel”, y suscribió que “hay un límite, que es la Constitución”, porque “del principio de la soberanía nacional no puede disponer nadie de los que se sientan allí”, dado que “es del pueblo español”.

En suma, que “el referéndum es profundamente ilegal”, porque “quien decide lo que es España es el conjunto de los españoles”, y, pese a que dijo entender “las urgencias” partidistas, “convendría dejarlo claro”, que “sobre este asunto no tenemos nada que hablar”.

Finalmente, contradijo expresamente la tesis del Gobierno de Pedro Sánchez de que los independentistas ya no se plantean declarar la independencia “porque hay diálogo”. Él tiene otra tesis: “no declaran la independencia porque han visto lo que sucede cuando se declara la independencia: que el Estado tiene instrumentos para defenderse y esos instrumentos se utilizan con el apoyo de los grandes partidos nacionales”. Le parece “decisivo que los dos grandes partidos estén de acuerdo” y que se deje claro que “el que manda es la ley”, porque, si no, “tenemos un problema muy gordo”.