Ante la próxima expiración del cese de actividad el próximo 30 de septiembre, desde UPTA considerarían como “un auténtico fracaso del sistema de protección social, que se abandonase en el último momento a quienes siguen estando en una situación de máxima vulnerabilidad”.

La asociación denunció que “la presión que siguen padeciendo miles de autónomos” por causas relacionadas con la Covid-19 unida “a la incertidumbre sobre la continuidad de las prestaciones” ha desembocado “en un auténtico drama” para aquellos trabajadores por cuenta propia “que aún siguen con sus actividades en volúmenes de facturación inferiores al 70% con respecto a septiembre de 2019”.

Entre las actividades que más se verían afectados por la expiración de las prestaciones al continuar “semi parados”, se encuentran los “profesionales de las atracciones de feria, músicos, agencias de viajes, guías turísticos, fotógrafos de estudio, sector souvenirs y otros trabajadores relacionados con el ocio y el entretenimiento”.

Según los cálculos de la asociación, la extensión de la prestación hasta el último día de enero costaría una media de 74 millones de euros mensuales a las arcas de la Seguridad Social y se pasarían “de las actuales 225.000 solicitudes favorables a un máximo de 80.000”.