A esta cuestión se refirió en el Pleno del Congreso el portavoz de Vox, Iván Espinosa, quien defendió la proposición no de ley de su partido que pedía la dimisión de los ministros de Presidencia, Félix Bolaños; Defensa, Margarita Robles, y Justicia, Pilar Llop, por cuestionar la sentencia del Constitucional contra el primer estado de alarma.

Espinosa explicó que, con la proposición de su fuerza política, pedían la reprobación y cese de estos tres ministros, porque sus declaraciones sobre la sentencia del Constitucional constituyeron una “ofensiva sin precedentes” contra este tribunal. Añadió que las críticas de estos miembros del Gobierno a la sentencia ponían de manifiesto que el Gabinete de Pedro Sánchez ha hecho del “enfrentamiento” con los jueces su “seña de identidad”.

La proposición de Vox que pedía reprobar a estos tres ministros no saldrá adelante, puesto que sólo contó con el apoyo del PP, mientras que el portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, dijo que se trataba de una iniciativa que reflejaba el “populismo y la demagogia” del partido de Abascal.

“PRUDENTE VALORACIÓN”

A su vez, la diputada del PP Isabel María Borrego mostró su sintonía con el planteamiento de Vox y señaló que las críticas a la sentencia del Constitucional de los tres ministros fueron “una irresponsable intromisión” en la labor de este tribunal y “un claro intento de intimidar a los jueces”.

Para la diputada popular, “el Gobierno debe revertir sus modos autoritarios respetando la separación de poderes y también dejar destruir el ejercicio de los derechos y deberes de los parlamentarios, cesando sus continuas injerencias en el Poder Legislativo”.

Por su parte, Andrea Fernández, del PSOE, acusó a Vox de querer señalar a dos ministras que hicieron unas declaraciones “pulcras y cabales” y una “prudente valoración” sobre la sentencia referida al primer estado de alarma. Para esta parlamentaria, “roza el delirio” afirmar que la opinión de cualquier ministro sobre una sentencia “pone en riesgo la separación de poderes”.