Según informaron fuentes diplomáticas, en la conversación ambos acordaron mantener una reunión en persona próximamente, dado que no ha sido posible hacerlo en el marco de la Asamblea de la ONU a la que no ha asistido el ministro marroquí. Supone el primer contacto que el titular de Exteriores logra con su homólogo de Marruecos desde que estalló la crisis por la entrada en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, durante la etapa en el Palacio de Santa Cruz de Arancha González Laya.

Desde el primer momento, Marruecos señaló la presencia de Ghali en España como el motivo para la entrada masiva de migrantes en Ceuta que se inició el 17 de mayo, y en la que cruzaron la frontera de manera irregular más de 8.000 personas.

Arancha González Laya expresó en su momento a la embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich, el "disgusto y nuestro rechazo a la entrada masiva de inmigrantes” a Ceuta, y Rabat llamó a consultas a la diplomática.

Romper el hielo en las relaciones entre Madrid y Rabat y reforzar dicha cooperación fue uno de los principales objetivos que se propuso José Manuel Albares al asumir la cartera el pasado 12 de julio. Recientemente, el ministro subrayó que Marruecos es una “prioridad” para cualquier ministro de Asuntos Exteriores de España, ya que estos dos países tienen que tener la “mejor” relación posible.

Además, afirmó que su meta y en lo que se centra es en el futuro de la relación con Marruecos para que sea “lo más estrecha posible”, que es “lo que queremos los dos países”, para que sean “mutuamente beneficiosas”.

No obstante, el ‘affaire’ Ghali no se ha archivado, sobre todo después de que este martes, el titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza, Rafael Lasala, imputó a la exministra de Exteriores, Arancha González Laya, por la entrada del líder del Frente Polisario en España para ser tratado de Covid-19 en un hospital de Logroño.