El programa, según indica el consistorio en una nota, dependerá del Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social y estará destinado a promover la convivencia y la cohesión en los espacios públicos, trabajando con los jóvenes en la detección de situaciones de riesgo y el desarrollo de sus habilidades sociales y empleabilidades.

Esta iniciativa contará con tres equipos integrados por 14 profesionales especializados en trabajo social, educación social y psicología, que trabajarán de forma coordinada con la Policía Municipal, Servicios Sociales y programas municipales para jóvenes y diferentes agentes sociales en la detección de zonas de riesgo susceptibles de la intervención.

Además, analizarán las características de los grupos detectados para mejorar las relaciones sociales de los jóvenes, dándoles habilidades para la prevención, identificación y resolución de conflictos de forma pacífica.

La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, encargada de anunciar este acuerdo en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno, explicó que la palabra “clave” de esta iniciativa es “prevención” y que se centra en trata de evitar que los jóvenes que viven en esta ciudad caigan en “conductas violentes, normalmente integrados en bandas o grupos”.

En este sentido, señaló que estas actuaciones se llevarán a cabo con jóvenes que no hayan cometido delitos, ya que, si es así, será la policía a la que le corresponda actuar. Además, dijo que otra función “importante” de los equipos será acompañar a los jóvenes que han sido víctimas de violencia durante la denuncia de la agresión.

Según Villacís, denunciar la agresión es un proceso que muchas veces es “complicado” y que “da miedo” a muchos jóvenes por las “posibles represalias”. También recalcó que el programa hará “énfasis” en favorecer el acceso de los jóvenes a actividades formativas que posibiliten su acceso a itinerarios de empleo.