Lo hizo a través de una declaración de Samira Hamidi, una de sus activistas en Asia Meridional, quien comentó que “los talibanes han insistido repetidamente en que respetarán los derechos humanos, pero estas afirmaciones no tienen nada que ver con lo que está pasando en ciudades de todo el país”.

Explicó que aquellos afganos, especialmente las mujeres, que salen a protestar a las calles “se enfrentan a la intimidación, el acoso y la violencia”, mientras que aquellos periodistas que cubren las marchas denunciaron detenciones, agresiones y confiscaciones de sus equipos.

Por ello, exigió a los talibanes que “reduzcan la tensión” y permitan a los afganos ejercer su derecho fundamental a manifestarse pacíficamente y protestar. También les exhortó a hacer posible que los periodistas informen “sin temor a la violencia”.

Samira Hamidi expuso que las protestas pacíficas que han tenido lugar en Kabul, Badakhshan y Herat durante los últimos dos días han sido dispersadas por combatientes talibanes con disparos al aire, mientras que, según algunos informes, algunas manifestantes han sido azotadas con cables.

A su vez, periodistas y cámaras de los medios de comunicación afganos Ariana, Tolo y Etilaat-e-Roz han denunciado que combatientes talibanes les golpearon y les detuvieron mientras intentaban cubrir las protestas, como paso previo a que les confiscaran sus equipos o destruyeran sus imágenes.