Lo confirmó este martes la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que transmitió la “máxima condena” por la agresión homófoba que sufrió el domingo un joven en Madrid, la cual “merece el máximo reproche social y político de todos nosotros”.

Un grupo de ocho encapuchados asaltó y atacó a plena luz del día a un joven de 20 años en el barrio Malasaña, al cual le cortaron el labio con una navaja en el portal de su domicilio y le marcaron con el arma blanca en el glúteo la palabra “maricón”.

Al condenar esta agresión, Rodríguez dejó claro que el Gobierno “utilizará todas las herramientas e instrumentos del Estado de derecho para combatir estas actitudes y discursos”, una actitud que se visibilizará este viernes con la presencia del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, en esta reunión para analizar el incremento de los delitos de odio.

A su vez, instó al Congreso de los Diputados y a los grupos parlamentarios en él representados a que “aceleren al máximo” la tramitación de la Ley integral para la igualdad de trato y no discriminación, conocida como ‘Ley Zerolo’, una norma que juzgó “muy importante” para combatir los delitos de odio.

Isabel Rodríguez reafirmó el compromiso del Gobierno con una “España plural, tolerante y diversa” en la que “nadie pueda sentirse agredido por cualquier razón” de índole racial, sexual o afectiva.

Manifestó que “los delitos de odio requieren y deben recibir el máximo reproche social y político” y apuntó que “desterrarlo es deber de toda sociedad”, así como combatir los discursos que los alientan.

Preguntada por las razones por las que pueden producirse este tipo de delitos, apuntó la importancia de “hablar con sosiego, de forma analítica” a partir de los puntos de vista que ofrezcan los integrantes la Comisión de Seguimiento del Plan de Acción de Lucha contra los Delitos de Odio.

Isabel Rodríguez defendió que España es un país cuyos ciudadanos respetan y defienden mayoritariamente los valores democráticos, y reiteró que “los gobernantes no debemos tolerar ningún discurso que aliente” los delitos de odio.