Así lo manifestó en rueda de prensa en el Congreso, en la que lamentó que, en lugar de hablarse de la agenda y las propuestas para la reunión, el tema de atención sea “en qué fecha se va a reunir, quién va a estar o quién no”. “Que fijen el día, hace dos meses que se sabe que tiene que ser la próxima semana, y aún están encajando agendas”, criticó.

Sobre Sánchez, barruntó que “seguramente el Estado tendrá muchos temas importantes que resolver que requieren dedicación del presidente, pero entre los tres primeros, por no decir el primero, seguro que está resolver el conflicto político en Cataluña”. Y, en esa línea, avisó de que “no querer estar es un mal mensaje y un mal presagio”.

En cuanto a la mesa de diálogo en sí, advirtió, en referencia a los independentistas, de que “se está generando un clima que no es el más favorable para que se pueda tener éxito”, y donde parece que se pretende ”más sacar rédito político de un futuro fracaso de la mesa que de que, aun siendo muy difícil, tenga unos avances reales”.