Su rating refleja, según el informe publicado este viernes, que “la mejora en las expectativas económicas en España y el Reino Unido ha aumentado el margen de calificación del banco, principalmente debido a una adecuada capitalización para absorber la presión sobre la calidad de los activos y la rentabilidad que aún puedan surgir de la pandemia”.

En sus acciones de calificación valoran además que el nuevo plan estratégico, dirigido a aumentar su flexibilidad financiera, “debería ayudar a proporcionar una capacidad de absorción adecuada para los riesgos sobre la calidad de los activos en caso de una recuperación económica moderada”, aunque avisan de que “el entorno operativo incierto podría desafiar la ejecución de la estrategia”.

Sobre la exposición en Reino Unido, Fitch ha mejorado a ‘estable’ desde ‘negativa” la perspectiva de sus operaciones después de que la agencia mejorase la calificación asignada al Tesoro del Reino Unido el pasado mes de junio por las mejores previsiones de recuperación de la economía británica.

En el caso de España prevé que la economía crezca un 6% este año, aunque advierte que los riesgos de la economía “aún no han disminuido lo suficiente como para permitir un cambio de perspectiva” en las operaciones del Sabadell en el país.

El principal foco de riesgo aquí lo ve en un eventual aumento en las infecciones por coronavirus que obligase a restaurar restricciones, afectando a la actividad comercial, a un desempeño más débil de lo esperado en la temporada veraniega del turismo, o a una evolución desfavorable del empleo cuando expiren las medidas de apoyo públicas.

“Las calificaciones de Sabadell están impulsadas por su adecuada capitalización, la sólida franquicia nacional, particularmente en el segmento de pymes, y su modelo de negocio bastante diversificado, que, en conjunto, proporcionan una adecuada flexibilidad financiera para absorber la calidad de los activos y las presiones sobre la rentabilidad de un aún desafiante entorno”, explican los analistas de Fitch.

Conforme a su análisis, las calificaciones asignadas al banco también reflejan la diversificación de riesgos gracias al negocio del Reino Unido (TSB representa alrededor del 20% de los activos del grupo) del que destaca la mejora en su desempeño, aunque la calidad de sus activos supone aún una vulnerabilidad, en particular en el crédito a pymes por los riesgos cuando expiren las medidas de apoyo estatal.

En contrapartida pone en valor que el nuevo plan estratégico prevé una mayor reestructuración en España y Reino Unido “que debería generar ahorros de costos adicionales, impulsar la sólida franquicia nacional del grupo a través de un aumento digitalización y mejorar el rendimiento de TSB gracias a las mejores perspectivas económicas del Reino Unido”.

Con todo recuerda que dicha reestructuración y el plan “debería permitir que el banco cumpla con su modesto objetivo de rentabilidad sobre activos tangibles superior al 6% en 2023” frente al 3,9% anualizado de 2T21.

En cuanto al capital, valora que su ratio CET1 se situó en el 12,3% a finales de junio y que prevé mantener por encima del 12% el ratio más exigente CET1 ‘fully loaded’ durante toda la ejecución de su plan estratégico, además de repartir un dividendo igual al 30% de ‘pay out’ en el actual ejercicio.

Sin embargo, en términos de activos problemáticos prevé un aumento “en el corto plazo”, aunque manteniéndose “dentro de niveles tolerables” por un deterioro de la calidad de los activos cuando venza las medidas de apoyo estatal en España y Reino Unido.