“Pues bien, ya se ha visto que no ha pasado nada”, recalcó Arana en una entrevista a RNE recogida por Servimedia, tras destacar que el decreto ley con la nueva normativa se aplica “en parte” desde el 4 de noviembre de 2020.

Así sucede con los contratos firmados a partir de dicha fecha, pero se estableció una moratoria para los anteriores, que ha ido desapareciendo en función de unos plazos determinados.

Hoy concluye la entrada en vigor del decreto, con la prohibición de que los clubes deportivos firmen patrocinios que supongan publicidad de juego online en sus camisetas, así como “el fin de la barra libre de anuncios en TV y radio fuera del horario de 01: a 05:00 de la madrugada”, indicó Aranda.

Por eso, Arana consideró que “existen ciertas similitudes entre esta ley” y la referida a la comunicación de los anuncios de tabaco, aunque “no son exactamente iguales”. Los anuncios de tabaco están “prohibidos en todos los ámbitos”, apuntó, mientras que “aquí hablamos de restricciones”.

La clave, explicó, radica en que se entiende que “el tabaco es perjudicial para la salud siempre”, mientras que “la gran mayoría de personas” que juegan “no desarrollan comportamientos patológicos”. Eso sí, ambas normas pretenden “proteger a los colectivos más vulnerables”.

Según Arana, este decreto ley tiene “un doble objetivo: de cara a las personas que ya han desarrollado una patología respecto al juego, evitar la tentación continua en los medios, algo que desde las asociaciones de jugadores rehabilitados nos han dicho que será un auténtico alivio”, comentó, y “evitar que los consumidores más jóvenes que se adentran en este mundo lleguen a desarrollar una ludopatía.

Con todo, avanzó que el futuro decreto ley sobre entornos de Juego seguro Online profundizará en la parte de prevención de estas conductas, pues pretende que “aquellas personas que de forma libre decidan jugar, lo hagan en entornos donde su salud no corra peligro”.

En su opinión, “el exceso de publicidad (de productos de juego como las apuestas) que hemos visto durante los eventos deportivos del verano” demuestra que la regulación era necesaria.

Señaló, además, que se han presentado tres recursos ante el tribunal supremo contra este decreto ley, lo que “prueba que existen intereses económicos muy importantes” que pueden verse afectados, aunque insistió en que “la protección de la salud” está “por encima de todo”.