El informe también apunta que el 84,1% de los trabajadores se muestra dispuesto a “someterse a controles diarios para evitar contagios masivos en el puesto de trabajo”, frente a un 15,9% que se niega.

Los tipos de controles que los empleados españoles consideran más importantes y eficaces son el control de temperatura por lector o cámara termográfica (56,6%), seguido del control de aforo en zonas comunes (54,5%), el control de la calidad del aire (44,8%), la realización de tests de antígenos de manera aleatoria (40%), el alternar trabajo presencial y teletrabajo (38,6%) y el uso de mamparas y gel hidroalcohólico (32,4%).

La compañía especializada en tecnologías de la salud y seguridad para empresas asegura que “más de la mitad de los españoles no están preocupados por la vuelta al trabajo presencial”, que enfrentan “con más confianza y seguridad que el año pasado”.

Sin embargo, un 36,6% de las personas consultadas aún expresa su preocupación por la reincorporación al trabajo presencial, una cifra “muy inferior” al 76% que se pronunciaron en esta línea en el estudio que B+Safe realizó en 2020.

Un 66,2% de los profesionales encuestados es partidario de compatibilizar el teletrabajo y el trabajo presencial, una opción que ha ganado terreno frente al trabajo presencial a tiempo completo, por el que solo apuestan un 25,9% de los encuestados, frente a un 11,9% que es partidario de realizar solo teletrabajo.

El informe es resultado de una encuesta realizada entre “más de 2.100 trabajadores de diferentes sectores y distintos perfiles profesionales de toda España”, de los cuales un 54,9% eran mujeres y un 68,3% personas de entre 40 y 60 años.