“Nuestros equipos sobre el terreno fueron testigos de cómo las familias estaban a la intemperie, sin cobijo y sin poder conseguir un lugar seco donde alojarse. Mientras tanto, los vuelos para trasladar artículos que salvan vidas fueron suspendidos debido al mal tiempo causado por la tormenta tropical Grace”, afirmó Marcelo Viscarra, director nacional de World Vision Haití.

En este sentido, la organización recuerda que la tormenta tropical Grace ha derramado grandes cantidades de lluvia en algunas zonas, e incluso en algunas regiones del suroeste de Haití ha generado vientos de algo más de 80 kilómetros por hora. En Jeremie, las calles están cubiertas de barro, y hay informes de inundaciones repentinas en las zonas más meridionales.

“Ha estado lloviendo desde anoche e incluso ahora. También hubo fuertes vientos", explicó Guy Vital-Herne, oficial de comunicaciones de World Vision que se encuentra en Jeremie. “La gente gritaba por el viento y las lluvias, lo único que tenían para cubrirse eran algunas sábanas. Los que pudieron salvar algunos objetos de debajo de los escombros vieron sus pertenencias empapadas por el agua”.

Al terremoto de magnitud 7,2 del sábado le han seguido constantes réplicas. De hecho, según las últimas informaciones, se habla de más de 1.941 muertos y 9.900 heridos. Miles de casas y edificios se derrumbaron a causa del violento sismo.

Así, para evitar accidentes y por razones de seguridad, se han suspendido los vuelos privados y los previstos como parte de la respuesta humanitaria. "Esperamos acelerar y llegar a las personas con necesidades extremas lo antes posible. Confiamos en tener mejores condiciones en los próximos días para entregar la ayuda", aseguró Viscarra.