Asimismo, dijo que ha dormido poco esta noche y que está cansado, "con ese cansancio que queda después de las emociones". "Es un torbellino de sensaciones: por una parte emoción, sobre todo en las primeras horas. Luego alegría... Nunca más, no más bombas... Agradecimiento y una tristeza profunda por que no haya podido ser antes".

En declaraciones a la Ser recogidas por Servimedia, el dirigente socialista manifestó que lo que toca ahora es "reflexión, tiempo, unidad y mucho, mucho recuerdo a las víctimas, cariño a las víctimas".

"Lo que no puede pasar ahora es que una vez que la violencia parece que ha desaparecido por fin, nos olvidemos de aquellos que realmente la han sufrido en primera persona, muchos de ellos gente completamente ajena a todo esto, inocentes que simplemente tuvieron la malísima suerte de pasar por allí; otros, responsables políticos que no hacían sino trabajar por el interés general, y muchos, muchos, muchos servidores públicos que son policías y guardias civiles".

Sobre los pasos que hay que dar a partir de este momento, afirmó: "Hay que tomarse un poco de tiempo para pensar. Pienso que ha habido algo fundamental desde el punto de vista político en todo esto, y es la unidad de las fuerzas democráticas. Hay que mantenerla. Juntas, bajo la dirección del Gobierno y con las discusiones parlamentarias que sean precisas, aquí, en el Parlamento vasco, con el Gobierno vasco... Todos los que hemos estado trabajando en esto tenemos que ver qué pasos hay que dar, con tranquilidad, con calma y con cabeza. Y los jueces tendrán que seguir haciendo su trabajo, y la policía el suyo".

"Es un tiempo distinto, queda trabajo por hacer, pero qué duda cabe que no es lo mismo trabajar sin bombas que trabajar con bombas, no tiene nada que ver; no es lo mismo trabajar sabiendo que estás siempre pendiente de la decisión de un terrorista que trabajar pensando que tienes que hacer una serie de cosas y cubrir un conjunto de objetivos", concluyó.