En una comparecencia sin preguntas tras conocer el comunicado en el que ETA anuncia el cese definitivo de su actividad armada, el presidente se declaró “consciente de la importancia trascendental” del anuncio y reafirmó, “hoy más que nunca”, su confianza y la de todos los ciudadanos “en la democracia, la libertad, y en España”.

“Durante muchos años, demasiados años, hemos sufrido y combatido el terror, lo hemos hecho hasta lograr que la razón democrática se abriera camino de modo definitivo”, subrayó.

El anuncio de este jueves ha sido posible gracias a la “determinación” mostrada por cada uno de los sucesivos gobiernos democráticos y sus presidentes, aseguró, y recordó también el trabajo de los ministros del Interior, “en particular de quienes me han acompañado en esta etapa”, aunque no nombró a ninguno.

Ha sido posible también, prosiguió, gracias a la “acción tenaz y eficaz” de los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, Policía y Guardia Civil, “cuyo sacrificio y generosa entrega les ha costado tantas veces su propia vida”.

Puso, asimismo, en valor a la Justicia y a los servicios de inteligencia, y a los otros muchos servidores públicos que han contribuido a este final, con una mención especial a la colaboración de Francia, país con el que España ha contraído “una deuda de gratitud perpetua”.

Aseguró, en ese sentido, que la “amistad” con España del actual presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ha sido “determinante” para llegar a este punto, y le envió por ello su reconocimiento, extensible a todos los países que durante muchos años han brindado apoyo y solidaridad.

Sobre todo, subrayó el presidente, ha sido gracias “al temple y a la firmeza” de la sociedad española, guiada siempre por la referencia segura del estado de Derecho, “que hoy definitivamente y sin condiciones triunfa como único modelo posible de convivencia”.

La española, aseguró, será una democracia sin terrorismo “pero no sin memoria”, porque el recuerdo de las 829 víctimas mortales y sus familias, y de los numerosos heridos que sufrieron “el injusto y aborrecible golpe del terror” acompañará siempre a los españoles, también a las futuras generaciones.

El presidente expresó su convicción de que la sociedad vasca podrá a partir de ahora disfrutar al fin de una convivencia “plenamente libre, en paz”.

De la misma forma que la unidad de los partidos democráticos ha sido “decisiva” para ver este momento, Rodríguez Zapatero afirmó que al Gobierno y al Parlamento que salgan de las elecciones del próximo 20 de noviembre corresponderá “conducir esta nueva etapa”, respondiendo a ese compromiso unitario.

“Con la contención a la que nos obliga la historia”, el presidente invitó a los españoles a sentir la “legítima satisfacción por la victoria de la democracia, la ley y la razón”, aunque “teñida por el recuerdo inolvidable del dolor causado por la violencia que nunca debió producirse y que no ha de volver jamás”.