Su servicio de estudios BBVA Research atribuye la mejora en sus proyecciones a “un mayor uso del ahorro embalsado por las familias durante la crisis, un entorno internacional favorable, la aprobación del Plan de Recuperación, la llegada de los fondos NextGeneration UE, las medidas de impulso del BCE y una elevada capacidad productiva sin utilizar”.

“En todo caso, la velocidad de recuperación dependerá de la evolución de la pandemia y del avance de las reformas para impulsar proyectos que favorezcan la transición ambiental y el incremento de las competencias digitales”, precisó en un informe publicado este jueves.

Conforme a sus cálculos, la economía crecerá un 6,5% este año y el 7% durante el ejercicio 2022, cuando se alcanzará igualmente el PIB preCovid a escala nacional. Sin embargo, el grado de empuje difiere por regiones. A la cabeza del crecimiento ya este año y con avances superiores a la media nacional se situarían curiosamente las Islas Baleares (+8,3%) y Canarias (+6,9%), que el pasado año sufrieron caídas del 18% y 15,2%, liderando el retroceso nacional y cuando el PIB cayó un 10,8% en el país.

Seguirían Cantabria y Galicia, con el 6,8%; Andalucía y Comunidad Valenciana (+6,7%); Aragón, Murcia y Cataluña (+6,6%). Por debajo del 6,5% previsto para 2021 en el conjunto del país se situarían Madrid (+6,3%); País Vasco (6,2%); Asturias (+6%); Navarra, Castilla y León y Castilla-La Mancha (+5,9%); Extremadura (+5,7%) y La Rioja (+5,6%).

El análisis entra además a valorar cuáles son los principales motores de la mejora y concluye que el empuje por un mayor dinamismo del consumo privado favorece especialmente a Andalucía, País Vasco, Castilla y León, Galicia, Comunidad Valenciana, Aragón y Cataluña.

Las exportaciones de bienes habrían superado los registros previos a la crisis en la mayoría de comunidades. Solo Navarra, La Rioja y Castilla y León se situaría aún por debajo de ese nivel. Por su parte, las importaciones de bienes de equipo muestran crecimientos importantes, sobre todo en Murcia, Extremadura y Castilla-La Mancha, que lideran la recuperación respecto a los niveles del mismo periodo de 2019.

En términos de turismo, el crecimiento en el gasto de visitantes españoles beneficia a los destinos tradicionales del Mediterráneo como Andalucía, Comunidad Valenciana y las islas, así como Asturias y algunas comunidades de interior (Castilla-La Mancha, Aragón y Castilla y León). A la inversa, la falta de turismo de negocio impacta en Madrid y Cataluña.