Así lo afirmó a Servimedia Irene Álvarez, responsable de Salud laboral, medioambiente y sectores sociosanitarios de Comisiones Obreras, quien también pidió “tener en cuenta el contexto de los debates antes de iniciarlos”, a la vez que calificó la polémica de estéril, a falta de datos que la soporten.

“La vacunación no es obligatoria en España ni siquiera para el personal esencial. Dicho eso, creo, porque no tenemos datos suficientes para conocer cuál es el porcentaje de trabajadores y trabajadoras no vacunados en las residencias, que la cifra de personal no vacunado es ínfima”, explicó Álvarez. “No podemos cargar a las trabajadoras la responsabilidad de que aumenten los contagios en las residencias, sin saber cuántos son los casos de personas que no quieren vacunarse”, apostilló.

En este sentido, resaltó la importancia del trabajo científico para conseguir tan buenos resultados con una vacuna en tan poco tiempo, y pidió aprovechar la gratuidad de la vacuna, entendiéndola como una medida de protección más.

“Nosotros somos proclives a que la gente se vacune porque es una medida más, aunque sea desde el punto de vista egoísta, de que si te vacunas o no lo coges o lo coges muy leve, y no contagias”, subrayó. “Aunque no sea una medida obligatoria, sí que es preventiva, y hay que hacer pedagogía de ella pero no por eso olvidarse de las distancias, de desinfectarse las manos o del uso de EPIs”, añadió.

“El personal sanitario es conocedor -porque lo ve continuamente y porque trabaja con él en primera línea- de las consecuencias del coronavirus y de la importancia de la vacuna. Por eso me parece injusto ponerle en el foco cuando los no vacunados posiblemente sean un porcentaje mínimo”, concluyó, animando a que la gente se vacune “cuanto más, mejor”.