Foment cree que la medida de reducción del IVA del 21% al 10% no ha compensado el incremento continuado de la tarifa eléctrica en España durante el último semestre, y mantiene que todavía hay margen de reducción para equipararnos fiscalmente con países de nuestro entorno, y en especial con Francia, que es del 5%.

Aboga por reformar el sistema de fijación de precios en el mercado mayorista, donde la tecnología de generación más cara es la que fija el precio de toda la energía producida, para establecer un sistema diferenciado de precios para cada tecnología de producción.

Igualmente, plantea que mientras no haya un cambio del modelo de retribución, el coste asociado al régimen retribuido específico de renovables, cogeneración y residuos (RECO), debería ser asumido por la Administración en el marco de los Presupuestos Generales del Estado.

La patronal quiere una reforma en profundidad de la fiscalidad de la energía, pero como medidas inmediatas es partidaria de reducir el tipo de IVA del 10% en el consumo eléctrico temporalmente al 5%, y la eliminación permanente del impuesto especial sobre la electricidad.