Según apuntó, este jueves se cumplen tres meses de la declaración de hambruna en varias regiones de Somalia, una situación que de acuerdo con distintas previsiones se extenderá a más regiones durante el próximo mes.

Alrededor de 750.000 somalíes están en riesgo de muerte por desnutrición, señaló Oxfam, que recordó que 1,5 millones de personas han tenido que abandonar su hogar a causa de la sequía.

Esto supone la sexta parte de la población total del país, subrayó, y advirtió que la cifra seguirá en aumento los próximos meses.

Además, “una escalada de violencia podría dificultar el suministro de alimentos, agua y otro tipo de asistencia indispensable para salvar vidas”, destacó la ONG.

Por ello instó a todas las partes implicadas en el conflicto a “respetar el derecho internacional humanitario” y a esforzarse por minimizar las bajas civiles.

“El flujo de ayuda humanitaria debe garantizarse y su tránsito ha de ser respetado”, insistió.

Asimismo, recalcó que los enfrentamientos y la mayor inseguridad a lo largo de la frontera entre Kenia y Somalia pueden obstaculizar la llegada de somalíes al campo de Dadaab (Kenia), donde cada día llegan cientos de personas en busca de ayuda.

En un comunicado, la ONG reconoció que Kenia tiene sus legítimas preocupaciones de seguridad ante la avalancha de refugiados que recibe a diario, aunque “la protección y el derecho de asilo de esta población deben ser garantizados”, agregó.

Oxfam también alertó sobre la reciente inseguridad en Kenia, que ha obligado a la organización a reducir su presencia y actividades en el país.

“La población necesita protección y el mejor camino para lograrlo es conseguir una región segura mediante una solución pacífica y duradera en el país vecino”, concluyó.