Durante el coloquio posterior a su conferencia en el Club Siglo XXI, reiteró la necesidad de “prudencia” para no desvelar si espera o no un comunicado de ETA tras la conferencia internacional de paz celebrada en San Sebastián, y la convicción de que el camino hacia el final del terrorismo está en los “últimos pasos”.

Sin embargo, dio un paso más al afirmar: “Creo que la violencia no va a volver a Euskadi. Lo creo sinceramente”, añadió, y no porque nadie haya tenido un “ataque de moralidad”, sino simplemente porque los terroristas “han perdido”.

Detrás de las posiciones que se están viendo en los últimos tiempos, aseguró, hay “una derrota en toda regla”, tanto policial como judicial.

Sobre la posibilidad de un comunicado, se limitó a sentenciar que si finalmente hay “algo positivo, no veo por qué no vamos a reconocer que es positivo”, pero insistió en la necesidad de prudencia.

El conjunto de los demócratas pueden estar “razonablemente satisfechos”, aseguró, porque hace dos años que no hay atentados, ni violencia callejera, ni extorsión, y todo ello es fruto de la tarea “de todos”.

Criticó por ello a quienes dan a entender que la democracia vive su “peor” momento frente al terrorismo, cuando en realidad “estamos mejor que nunca”, y pese a las descalificaciones insistió en que se morderá la lengua “hasta el final”.

Lanzó también un mensaje “de tranquilidad” a quienes temen que sea el entorno de ETA el que escriba la historia, al asegurar que el relato ya está en las hemerotecas y “no lo va a reescribir nadie”.

Rubalcaba precisó también que la lucha “política” es otra, porque los demócratas peleaban contra terroristas, no contra independentistas. Ese es un partido que hay que jugar “con los votos” y la pretensión es librar la batalla “en condiciones de igualdad”, sin que los que piensan distinto teman ser asesinados por ello.