Según explica Endesa en un comunicado, los trabajos en tensión se realizan para evitar afectar a los consumidores con cortes de suministro de entre tres y cuatro horas al día o en el caso de aquellas instalaciones en las que no es factible su desconexión de la red por tratarse de suministros críticos.

Así, los técnicos trabajan desde una barquilla aislada y con protecciones para garantizar su seguridad, ya que las instalaciones sobre las que actúan se operan a tensiones de entre 15 y 132 kilovoltios.

Este método se suele utilizar para instalar protecciones para la avifauna y realizar diversas actividades relacionadas con el mantenimiento y desarrollo de la red de distribución, como la instalación de elementos de digitalización y operación en redes aéreas como sensores y telemandos; para la mejora y mantenimiento de aislamientos -cadenas de aisladores, crucetas- o el mantenimiento de calles forestales (poda de árboles).

La red de distribución de Endesa cuenta con 128.658 centros de transformación, 1.270 subestaciones y 312.422 kilómetros de líneas repartidas por diez comunidades autónomas. La energética tiene previsto destinar 2.600 millones de euros entre 2021 y 2023 a la red de distribución con el fin de avanzar en la descarbonización de la economía, en la electrificación de la demanda y en la integración de las energías renovables.