A su juicio, la política migratoria de la UE “agrava las condiciones de vida de estas personas”, y cinco años después del acuerdo con Turquía, la tendencia “va a peor.

MSF afirmó que alrededor de 900 solicitantes de asilo y refugiados viven en el campo de Vathy, en la isla griega de Samos, que está diseñado para 648 personas.

“Hombres, mujeres y niños viven en condiciones espantosas entre basura y ratas, sin acceso a baños, duchas y refugios adecuados”, puntualizó.

Según MSF, la mayoría de la población hacinada de la isla proviene de Afganistán (28%), Siria (20%) y la República Democrática del Congo (17%). Las mujeres representan el 16% de la población y los niños el 17%. De estos, casi ocho de cada 10 son menores de 12 años.

Agregó que el nuevo centro que se está levantando en Samos, ubicado a cinco kilómetros de la ciudad de Vathy, todavía está en construcción, pero la mayor parte está terminada.

Situado en medio de la nada y rodeado por tres líneas de vallas y alambre de espino, está diseñado para albergar hasta 3.000 personas, de las cuales, según el Ministro de Migración griego, 2.100 tendrán un “acceso controlado” y 900 estarán en detención a la espera de ser devueltas a Turquía.