Así lo concluye en su estudio ‘Discurso de odio antigitano y crisis de la Covid-19. Análisis sobre el origen, difusión e impacto en las personas mediante el estudio de casos’, sobre el impacto de los discursos de odio contra gitanos que aparecieron en el contexto de la crisis de la Covid-19, presentado este lunes y en el que aborda el “impacto” de dichos discursos en estas personas, según precisó la organización en un comunicado.

El estudio, que publicó tras varios meses de trabajo analizando todos los mensajes y entrevistando a víctimas de discursos de odio o testigos directos de estos mensajes de odio y “falsos rumores” generados en el actual contexto, ha sido realizado con el apoyo de la Oficina de Derechos Humanos del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación e incluye un análisis cualitativo de seis episodios de discurso de odio antigitano surgidos a raíz de la pandemia, muchos de ellos denunciados por la FSG ante las Fiscalías de Delitos de Odio.
En este sentido, la organización defendió que la actual crisis se ha convertido en un “laboratorio ideal" para poder extraer "conclusiones acerca de cómo se gestan estos discursos, cómo se difunden y qué impacto tienen en las personas gitanas”.

SEÑALAMIENTO A LA COMUNIDAD
“Esas declaraciones no cruzaban la línea de lo delictivo, pero venían a señalar a la comunidad gitana en su supuesto papel en la propagación del virus o en el supuesto incumplimiento del confinamiento”, lamentó la organización, que puntualizó que todos eran mensajes “estigmatizadores y sesgados, que generaron un caladero perfecto para el discurso de odio antigitano”.

Según el estudio, a través de las entrevistas se pudo comprobar el alcance de este impacto, que se tradujo en “miedo, señalamiento público, efecto de chivo expiatorio, estrés, daño en la dignidad, trauma en la infancia, deshumanización, discriminación en el acceso a bienes y servicios, hipervigilancia de mujeres gitanas o aislamiento”.
Tras criticar que, “en ocasiones”, las políticas sobre discursos de odio “se quedan en el nivel teórico, legal o penal”, el informe defiende que estos testimonios aportan “una visión más profunda y humana” del impacto de los discursos de odio, así como “de la capacidad de herir de las palabras, de sus efectos personales y colectivos y de su vínculo con actos de discriminación que afectan a la vida de las personas gitanas”.
A la luz de los resultados, la directora del Departamento de Igualdad y Lucha contra la Discriminación de la Fundación Secretariado Gitano, Cristina de la Serna, subrayó que, “más allá” de que estos discursos “puedan ser ilegales, antidemocráticos, o políticamente incorrectos” generan un daño “directo y muy grave” en quienes los sufren.
“Tienen un impacto concreto y tangible en materia de derechos humanos, lo que debemos tener en cuenta a la hora de tomar medidas para atajarlo”, abundó.
El proyecto cuenta, además, con un video que ilustra algunos de los casos estudiados a través de los testimonios de las víctimas.