Así lo indicaron las compañías en una nota de prensa conjunta en la que explican que la fabricación, instalación y mantenimiento de las infraestructuras generarán “en torno a 3.700 empleos directos e indirectos en sectores tan estratégicos como los astilleros, talleres auxiliares, la actividad portuaria y otros servicios diversos”.

Los proyectos contarán con “tecnología eólica flotante”, lo que contribuirá, según afirmaron las empresas, a cumplir los objetivos de Ley de Cambio Climático y Transición Energética tanto a nivel nacional como regional. La energía eólica que se obtenga “permitirá duplicar la actual penetración de renovables, además de reducir el coste de la generación de electricidad en las islas”, aseguraron las compañías.

El uso de la tecnología eólica flotante en Canarias responde a “la profundidad de sus aguas al distanciarse de la costa”, señalaron las empresas, añadiendo que la “innovación” que supone el uso de esta tecnología “permitirá aprovechar zonas de alto potencial energético, de una forma compatible con la protección del medio ambiente y con otros usos del mar”, como, por ejemplo, zonas marítimas con un fuerte viento que es “el ideal para aprovechar al máximo este recurso natural”.

Ocean Winds y DISA resaltaron que esta alianza resulta “una oportunidad para Canarias, al convertirse en pionera en el despliegue de estos proyectos, que son tractores, generadores de empleo y ‘punta de lanza’ para su posterior despliegue en España” y valoraron de manera positiva la “futura aprobación de un nuevo marco normativo acorde con la nueva ordenación del espacio marítimo”.

Ocean Winds, empresa participada por EDPR y Engie, afirmó ser “pionera” en energía eólica marina con la puesta en marcha el año pasado de Windfloat Atlantic, el “primer parque eólico flotante semi-sumergible del mundo” y que está ubicado a 20 kilómetros de la costa de Viana do Castelo en Portugal.