Así se expresó en una entrevista con Servimedia en la que confesó que “mi relación con ellos es buena, pero con cada uno de ellos, por separado. Pero no digo nada bueno si reconozco que la relación entre ellos, a mi modo de ver, no es la óptima”.

Ambos presidentes, el de la Federación de Fútbol y el de la LFP han protagonizado muchos desencuentros públicos y alguno de ellos han terminado en los tribunales. Por ello, uno de los objetivos del presidente del CSD es que esa relación mejore porque “no es buena para el fútbol”.

“No es necesario que se hagan amigos, irnos a comer juntos todos los días, ni de cañas, pero hay unos mínimos que por el bien del fútbol español deberían ser acordados por las dos personalidades del fútbol”, remachó Franco.