Según informó la Cámara este lunes, ha decidido mantener sin cambios su estimación de mayo sobre el PIB para este año “dadas las incertidumbres que la nueva oleada de coronavirus plantea en relación con la recuperación del turismo internacional durante este ejercicio”, mientras que mejora la de 2022 por el impacto de los fondos europeos y la recuperación de niveles normales de actividad en sectores como el turismo, la hostelería y el comercio una vez que se haya generalizado la vacunación y la pandemia se haya contenido.

La demanda interna contribuirá con seis puntos porcentuales al crecimiento de la economía. Tanto el consumo privado como el público continuarán mostrando altas tasas de incremento, un 4,9% y un 3,3%, respectivamente, si bien más moderadas que en 2021 (5,9% y 4,8%).

Por el contrario, el aumento de la inversión será el próximo año más vigoroso que en el presente ejercicio, con un avance de la formación bruta de capital fijo del 11,1%, por encima del 7,1% de este año.

El sector exterior continuará mostrando un elevado dinamismo, con un incremento de las exportaciones del 13,7% y de las importaciones, el 12,8%, perspectivas mejores que las anteriores pero inferiores a las de este año.

Esta mayor actividad económica se trasladará al mercado laboral, con un aumento de la ocupación y una reducción del desempleo mayores que las previstas anteriormente. Así, el empleo crecerá en 2021 un 3,5%, como en la anterior previsión, y un 4,6% en 2022, cuatro décimas más. Esto supone la creación de 800.000 puestos de trabajo el próximo año.

La tasa media de paro mejora hasta el 16,6% este año, dos décimas menos, y al 15,4% el próximo, seis décimas menos. De este modo, el empleo perdido durante la pandemia no se recuperará hasta comienzos de 2023.

Respecto al déficit público, la Cámara mantiene su previsión de que este año termine en el 8% del PIB para bajar al 6,3% en 2022, empeorando en tres décimas este último dato.