Así figura en la ‘Memoria de Reclamaciones 2020’ del organismo, cuando las quejas se dispararon un 45,6%, al pasar desde los 14.638 de 2019 a 21.320 durante el año de la pandemia, aunque solo el 2% tuvo lugar por medidas adoptadas para encarar la situación del Covid-19 como los créditos del ICO o las moratorias.

Entre los 117 requerimientos realizados a las entidades vinculados con publicidad de productos y servicios financieros, 56 culminaron con piezas publicitarias retiradas y 61 rectificadas por las entidades.

Entre otras actuaciones, el organismo supervisor revela en su informe que además remitió 514 escritos a las entidades relativos a sus servicios de atención a los clientes como resultado de la labor de verificación de sus reglamentos de funcionamiento y de la valoración de la idoneidad de sus titulares.

Su departamento de Conducta adoptó, asimismo, medidas correctivas derivadas de las actuaciones supervisoras realizadas que finalizaron en la incoación de un expediente sancionador y la formulación de 33 requerimientos y de 27 recomendaciones centradas, fundamentalmente, en aspectos relativos a la comercialización de las tarjetas ‘revolving’ y a la cartera hipotecaria, entre otros.

Como en años anteriores también siguió recibiendo quejas por aplicación del Código de Buenas Prácticas aprobado en 2012 para favorecer la reestructuración de deudas de las familias, aunque su número se ha limitado a 186 expedientes frente a los 201 del año 2019 o las 227 del ejercicio 2018, y muy inferior también a los 488-431 que llegaron a registrarse en el bienio 2015-2016.