Según informó este jueves el banco, las empresas tan solo deberán introducir los datos de su actividad empresarial, clientes y no clientes, el importe a percibir y el procedimiento de solicitud. La herramienta ofrecerá después un diagnóstico que refleja si la pyme o el autónomo podría acogerse o no a las ayudas y qué requisitos debería cumplir en el caso de que no sea posible.
Una vez realizada está evaluación, si la misma es positiva, es decir, si la compañía tiene acceso a las ayudas la herramienta le informará del importe que podría corresponderle, de la administración a la que debe dirigirse y la documentación a presentar, así como de qué deudas pueden cancelarse con estas ayudas.
Estas ayudas están dirigidas a aquellas empresas y autónomos cuya facturación en 2020 se haya visto reducida en un 30% con respecto a la de 2019.
Las medidas de apoyo a la solvencia empresarial impulsadas por el Gobierno ascienden a 7.000 millones de euros y están dirigidas a aquellas empresas y autónomos cuya facturación en 2020 se haya visto reducida en un 30% con respecto a la de 2019.
Se trata de ayudas directas con carácter finalista. En primer lugar, servirán para realizar los pagos a proveedores, por orden de antigüedad. Si procede, se reducirá también el importe del capital de la deuda bancaria, con prioridad del nominal de la deuda con aval público. Asimismo, las pymes y autónomos podrán destinar estas ayudas a afrontar los costes fijos relativos, por ejemplo, al suministro de energía.