Conforme a su estudio, el consumo de cemento creció en 1.078.205 toneladas frente al mismo período de 2020, sin llegar aún a alcanzar los niveles que tenía antes de la pandemia de Covid-19.

Sin embargo, los datos estancos del mes de junio reflejan igualmente un aumento interanual del consumo de cemento de un 4,7% con respecto a los datos de 2020 y del 9,3% en comparación con los registrados en junio de 2019.

Al lado de los buenos datos de consumo en el primer semestre de 2021, Oficemen subrayó el comportamiento de las exportaciones del sector, que alcanzaron los 3,8 millones de toneladas en estos seis meses y suponen un crecimiento del 35,9%, gracias a que en junio aumentaron también en un 23,5%.

Con todos estos datos, desde la patronal perfilan un cierre de ejercicio para 2021 con un crecimiento respecto 2020 “más optimista” que el vaticinado en enero, aunque probablemente “el consumo sea inferior” al de 2019.

El presidente de Oficemen, Víctor García Brosa, celebró “la recuperación de las exportaciones, tras la caída por debajo de los seis millones en 2020", aunque precisó que "la inestabilidad de los mercados internacionales por la incidencia de la pandemia continúa siendo el componente exógeno que marca esta evolución en positivo”.

Por ello aprovechó para advertir de que "si no se toman medidas, cuando se estabilice la situación a escala internacional, los elevados costes eléctricos y de emisiones de CO2 que soporta actualmente la industria cementera española incidirán de nuevo negativamente en nuestra balanza comercial”.