En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Montero desgranó algunos aspectos del nuevo anteproyecto de ley que ha pilotado el Ministerio de Igualdad y que sitúa el consentimiento femenino como eje principal de la norma porque “sobre ese consentimiento se configura el delito”.

“El silencio y la pasividad no significa consentimiento y no mostrar oposición no significa que se quiera mantener una relación sexual” si no se ha expresado el consentimiento, abundó Montero.

La nueva ley “pone a las víctimas en el centro de la atención publica, con medidas de preparación, medidas de acompañamiento y reparación del daño sufrido”, desveló la portavoz del Gobierno, que también explicó que se crearán centros de atención para las victimas que funcionarán las 24 horas del día en todas las provincias, y casas de infancia para los menores que hayan sufrido violencia sexual.

Aclaró Montero que todo abuso sexual sin consentimiento es agresión y que la nueva configuración de los delitos no supondrá rebaja en las penas, aunque se contemplará una agravación de la misma “cuando la violación sea en grupo”.

Calificó la ley de “pionera y necesaria, de la que el Gobierno se siente orgulloso”, y recordó que con ella se cumple con el Convenio de Estambul. “La ley supone un avance decidido en la protección de la libertad de las mujeres y en la erradicación de violencia sexual, que nos hacen mejor como sociedad”, concluyó