Así lo denunció este lunes en un comunicado en el que advirtió de que la “escalada” del precio de las energías que los consumidores usan en su vida cotidiana va a tener un “fuerte impacto” en las economías familiares.

Por lo que respecta a los carburantes, tras puntualizar que a primeros de este mes se sitúan en máximos históricos (1,24 euros por litro de media en el caso del diésel y 1,38 euros por litro en el caso de la gasolina), aseguró que esta subida implica un sobrecoste anual de 311 euros en el caso de la gasolina y 250 euros en el caso del diésel.

En cuanto a los precios de la electricidad, si mantienen la evolución de los últimos meses, OCU estima que el sobrecoste por la subida del precio alcanzará los 139 euros. Con relación al gas natural, de mantenerse las subidas calcula que supondrán un sobrecoste de 55 euros.

OCU lamentó que todos estos incrementos de precios suponen una “doble factura” para los consumidores ya que, además de afrontar un sobrecoste de 505 euros al año, juzgó “más que probable” que estas subidas se trasladen al resto de precios de los diferentes bienes y servicios.

La organización recordó que las subidas del precio de la energía tienen efectos “inflacionistas” en el precio de los alimentos frescos o el de los alquileres y subrayó que el IPC interanual del mes de mayo, el último publicado con datos completos, ha alcanzado su máximo en el 2,7%.

Por todo ello, la OCU pide al Gobierno medidas para “favorecer y ampliar” el acceso de los consumidores al bono social eléctrico y que ejecuten las transferencias del bono térmico, que, según sus cálculos, acumulan en algunas comunidades autónomas retrasos de dos anualidades.