En sus cuatro primeros bonos, el banco captó un total de 3.582 millones de euros, que ha destinado a financiar proyectos que impulsan dos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, el referente a energía asequible y no contaminante y el relativo a innovación e Infraestructura.

El análisis, que han sido realizado en colaboración con Deloitte y la revisión de PwC, cifra el impacto de su financiación en una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de 1.459.000 toneladas CO2 equivalentes.

Por un lado, ha utilizado parte de los recursos captados para financiar 57 proyectos de energías renovables con una capacidad instalada de 13,5 gigavatios (GW). También ha financiado la compra, construcción o renovación de 24 edificios verdes, destinados a oficinas o a actividades comerciales. Se trata de inmuebles con un consumo un 58% inferior a la media, lo que se ha traducido en un ahorro de 23.2229 toneladas de C02 equivalentes al año.

En conjunto, esa financiación para proyectos de energía renovable y edificios eficientes ha supuesto un ahorro de emisiones a la atmosfera equivalente a las emisiones de gases efecto invernadero producidas por 285.000 vehículos particulares durante un año y generan 7.443 gigavatios por hora al año de energía limpia, equivalentes al consumo anual de dos millones de hogares de la Unión Europea.

Dentro del paquete de cuatro bonos verdes por valor de 3.582 millones, la entidad emitió tres bonos sociales por 3.000 millones de euros, de 1.000 millones de euros cada uno. El primero en septiembre de 2019, a los que siguieron las emisiones de junio de 2020 y en mayo de 2021.