Sánchez hizo estas consideraciones en una rueda de prensa en La Moncloa junto al secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, que se encuentra de visita oficial en España.

Durante esta comparecencia, el presidente fue preguntado sobre si no sólo rechaza un referéndum de autodeterminación para Cataluña, sino también un referéndum consultivo de acuerdo con el artículo 92 de la Constitución. En este sentido, el ministro de Política Territorial, Miquel Iceta, se ha mostrado partidario de que los catalanes voten en algún tipo de consulta sobre autogobierno y financiación autonómica.

El presidente respondió que ha sido “bien claro” sobre el referéndum esta semana, tanto en su comparecencia en el Congreso como en la entrevista que tuvo este miércoles en el programa 'Al Rojo Vivo' de laSexta.

A este respecto, señaló que, además de que una consulta de autodeterminación no es posible legalmente, tampoco ayuda a “fortalecer la convivencia”. Indicó que no contribuye a la normalización “todo aquello que separa a la ciudadanía, que le obliga a tener que definirse en uno u otro sentido en cuanto a sus identidades”, en alusión a que eso sucedería en un referéndum.

“AGENDA MUY PLURAL”

Sostuvo que obligar a los catalanes a pronunciarse sobre sus identidades en una votación lo que haría sería “socavar” la convivencia, algo que que dijo es un escenario “que nosotros queremos dejar atrás”.

Añadió que contra el referéndum está la realidad de que no es posible dentro de la “legalidad democrática” y la Constitución, aunque no se pronunció expresamente sobre el artículo 92 de la Carta Magna que recoge las votaciones consultivas.

También se refirió a que para Cataluña “la fórmula es el diálogo dentro de la legalidad democrática” y “llegar a un acuerdo”. Afirmó que para ello el Gobierno ha planteado hablar de un “reencuentro” en la mesa de negociación, donde apuntó que se están tratando asuntos que no sólo afectan “a la agenda más independentista en Cataluña”, sino también a las necesidades del conjunto de la ciudadanía, como las cuestiones referidas a la economía o las inversiones.

Afirmó que se trata de “una agenda muy plural, muy diversa, muy rica en cuanto a contenidos, con un alto impacto desde el punto de vista social en la ciudadanía catalana”. Además, insistió en la necesidad de que el Govern de la Generalitat hable “con la otra parte de Cataluña”, en referencia a los que no son independentistas.

Por su parte, Guterres declinó pronunciarse sobre los indultos del 'procés', pero defendió el “principio global esencial” de que “todos los problemas tienen que solucionarse políticamente y que el diálogo es un instrumento esencial para solucionar los problemas de nuestro tiempo”. También opinó que “la creación de condiciones para que el diálogo pueda fructificar es siempre algo muy importante en nuestras sociedades”.