Así lo pusieron de manifiesto los máximos responsables de CEOE, CCOO y UGT en su intervención tras la firma del acuerdo para un primer paquete de medidas en pensiones con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Palacio de la Moncloa, y en presencia de las cuatro vicepresidentas del Ejecutivo y el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, entre otros asistentes.

Sánchez firmó el acuerdo junto con el presidente de CEOE, Antonio Garamendi; el vicepresidente de Cepyme Santiago Aparicio; el secretario general de CCOO, Unai Sordo, y el secretario general de UGT, Pepe Álvarez.

Garamendi destacó que el acuerdo “genera confianza, no solo en las personas jubiladas sino en las personas que entran en el sistema”, y que su organización ha seguido las directrices que “venían dadas” del Pacto de Toledo, pese a que “podríamos haberlas matizado”, y las pautas de Europa.

Incidió en que hubiera preferido que la negociación abordara toda la reforma y no solo un bloque y vaticinó que abordar el siguiente paquete, después de definir el sistema de cotización por ingresos reales de los autónomos, “será más complicado” para todas las partes. No obstante, confió en llegar a un acuerdo.

El presidente de CEOE quiso destacar que “nos parece fundamental que se siga manteniendo el Factor de Sostenibilidad” pese a que “a veces se plantea que se ha quitado”, la exoneración de parte de los costes empresariales de los trabajadores mayores de 62 años en situación de baja temporal o la cotización de los becarios como vía de entrada al sistema de protección social.

“La clave del mantenimiento de las pensiones y que esto funcione es el empleo y ahí es donde tenemos que trabajar, vamos a seguir hablando de esa flexibilidad y de que las empresas tengan esa libertad de gestión fundamental para más empleo, más digno y mejor en unas empresas más competitivas”, agregó Garamendi. “Vamos a seguir hablando con independencia”, “con sentido de Estado” y “con lealtad institucional”, insistió.

Por su parte, el dirigente de UGT reseñó la relevancia del acuerdo por su contenido y “porque restablece el consenso” frente a la reforma de pensiones de 2013 “sin ningún tipo de negociación”.

Álvarez repasó que se vuelve a la actualización de las pensiones con el IPC, el acuerdo “mejora las expectativas de las personas que, desgraciadamente, van a tener que jubilarse involuntariamente”, “premia” las largas carreras profesionales y aporta financiación a la Seguridad Social para su “reequilibrio”.

“Es una seña de identidad de este Gobierno, que es cumplir con lo que se había prometido”, dijo Álvarez, destacando que aportará “mucha estabilidad y mucha credibilidad”.

No obstante, reconoció que la negociación “no era nada fácil” y “sé que las próximas negociaciones no van a ser sencillas, ni lo van a ser por la parte empresarial a todas luces ni tampoco lo van a ser por la parte sindical”.

Por CCOO, Sordo valoró la relevancia del pacto porque se ha negociado, habiendo “modificado” la posición inicial “todas las partes”. Señaló que el acuerdo se tramitará en las Cortes como un proyecto de ley, con lo que cabe introducir modificaciones.

“Recuperar los consensos en materia de pensiones, de Seguridad Social, es un intangible”, afirmó Sordo, para destacar que con el pacto se lanza “un mensaje de incertidumbre” y “se aproxima el problema de las pensiones desde una visión distinta de la reforma de 2013”.

El máximo responsable de CCOO también incidió en que el contenido del siguiente bloque de medidas de reforma va a ser “complejo”, pero inciden, como el acuerdo sellado, en “el pacto intergeneracional”. “No es un acuerdo para cargar en las futuras generaciones el coste de las pensiones, sino para abrir las líneas de financiación a futuro”, concluyó.