Así lo indicó Echenique en una rueda de prensa en el Congreso, donde aclaró que una de ellas es la Ley 15/1997 impulsada por el Gobierno de José María Aznar, que es una de las “más importantes” para permitir que se “privatice, que se malvenda y que se haga menos eficaz” la sanidad pública.

Para Echenique, la privatización de la sanidad va en contra de los intereses generales y sólo sirve para “enriquecer” a las grandes multinacionales. Ante esta situación, celebró que se estén dando casos de desprivatización en comunidades como la valenciana, pero afirmó que “no basta” con desprivatizar.

Al respecto, abogó por frenar las privatizaciones que puede haber en las diferentes comunidades autónomas, sobre todo cuando gobierna “la derecha y la extrema derecha”, que llevan en su agenda política “avanzar” en estas privatizaciones.

Echenique aseguró que una de las enseñanzas de la pandemia es la “enorme importancia” de la sanidad pública de gestión directa por parte de las administraciones públicas. A su juicio, es la “única” que garantiza la equidad entre ciudadanos, es “más eficaz” que la que ha sido privatizada.

Sin embargo, criticó que la sanidad que ha sido privatizada no garantiza la equidad, es “menos eficaz” y es “más cara”, por ello, Echenique aseguró que no sabe si los diferentes gobiernos autonómicos “neoliberales” han ido privatizando por “puro dogmatismo” o “directamente por corrupción”.

Por su parte, la portavoz de Sanidad de Unidas Podemos, Rosa Medel, aclaró que este objetivo se encuentra en un punto del acuerdo de Gobierno entre Unidas Podemos y PSOE, que consiste en avanzar en el “blindaje” de la sanidad pública, por lo tanto, derogar la ley 15/1997.

A su vez, Medel lamentó que la privatización de la sanidad implica un “cambio” en el concepto del Sistema Nacional de Salud porque pasa de ser un “derecho” a ser un “nicho de negocio”, al tiempo que destacó que produce un “exceso de gasto” porque las empresas privadas “tienen que cobrar unos beneficios”.

Para acabar, puso de manifiesto que esta situación implica que haya una “discriminación muy importante” con respecto a los pacientes por el problema de las “ratios” de profesionales de sanidad, por ello, advirtió de que privatizar la sanidad pone en “riesgo” la salud de la población porque sólo consiste en “desviar dinero público a empresas privadas para que hagan negocio, no aporta nada más”.