Previa consulta a las comunidades autónomas y a los representantes del sector, el ministerio podrá determinar el almacenamiento de producto hasta la campaña siguiente e incluso su destino para uso no alimentario.

Con esta medida, que es una adaptación de normativa comunitaria y que ha sido muy demandada por los olivareros, el Gobierno busca evitar la caída de precios como las que han vivido los agricultores en las dos campañas anteriores.

En la volatilidad del precio del aceite influye el fenómeno que se conoce como la vecería, de campañas de producciones muy altas alternadas con otras de rendimientos más bajos.

Esta norma formó parte de las 10 medidas de la hoja de ruta para el sector oleícola que presentó el ministro Luis Planas en junio del año pasado.