Así lo aseguró durante su comparecencia en la Comisión de Ciencia, Innovación y Universidades del Congreso de los Diputados, en la que advirtió de que dichas debilidades y amenazas están relacionadas, principalmente, con cuestiones administrativas y con la pérdida de recursos económicos y humanos a lo largo de la última década.

A este respecto, se mostró convencida de que el plan, el primero con carácter plurianual, permitirá “optimizar” el manejo de “fortalezas y oportunidades” como los niveles de especialización del Instituto, su capacidad de coordinación, su reputación nacional e internacional, su compromiso social, la capacidad de establecer alianzas y los altos niveles de producción científica, entre otras.

“El plan se presenta como oportunidad para seguir mejorando la eficiencia y solvencia del organismo y abordar nuevos retos”, señaló, al tiempo que explicó que consta de cuatro ejes estratégicos y cuatro líneas transversales, que incluyen 23 objetivos concretos vinculados a más de 100 acciones específicas que se llevarán a cabo en los próximos cinco años. Todas estas acciones están detalladas en un listado ligado a un cronograma, que, a su entender, permitirá hacer un “seguimiento y evaluación” de resultados.

Con respecto a los cuatro ejes estratégicos, se refirió al Fomento, coordinación y ejecución de la investigación e innovación en salud; Vigilancia, prevención y control de enfermedades; Docencia y documentación científica, y Gobernanza y participación estratégica. Por su parte, las líneas estratégicas que acompañan a estos ejes se refieren a la Gestión ágil y transparente; Orientación hacia la sociedad; Transformación digital, e Internacionalización.

PRIORIDADES

Entre sus prioridades, el plan se centrará en mejorar la situación de los profesionales sanitarios investigadores y de los investigadores biomédicos hospitalarios no asistenciales. El apoyo al talento joven y la superación de la actual brecha de género, impulsando el papel de la mujer en la ciencia española también son retos destacados, junto al aumento del número de contratos y la necesidad de garantizar salarios dignos, según Yotti.

Además, citó otros objetivos como la necesidad de mejorar la gestión de las subvenciones de la Acción Estratégica en Salud; favorecer la transferencia del conocimiento y la innovación en salud; apostar por la participación científica y ciudadana en el desarrollo de la ciencia, y promover la Investigación e Innovación Responsables (RRI), que, dijo, “prima” conceptos como transparencia, confianza ciudadana, igualdad de género, diversidad, ética y rendición de cuentas.

En cuanto a los ámbitos de investigación que se impulsarán en los próximos años, el plan subraya, entre otros, la salud global; la medicina de precisión; la salud digital; las terapias avanzadas; los determinantes ambientales y sociales de la salud, y la vigilancia de enfermedades infecciosas.

Finalmente, Yotti recordó la próxima creación de un Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Infecciosas, y el planteamiento de un nuevo modelo en la organización de las Redes de Investigación Cooperativa en Salud (Retics) centrado en la atención primaria y la cronicidad; la inflamación y la inmunobiología; las terapias avanzadas y el ictus.