El documento, que da continuidad al plan de acción para la implementación de la Agenda 2030 aprobada por el Gobierno en 2018, fue adoptado por el Consejo de Ministros el pasado 8 de junio y se presenta como “el marco de compromisos proyectados para los próximos años, con el fin de acelerar la transición social y ecológica, así como garantizar una recuperación alineada con los principios y objetivos de la Agenda 2030, tras el impacto causado por la Covid-19”.

La estrategia forma parte del 'Informe de Progreso 2021’ que España presentará en julio en la sede de la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York como parte de su informe y evaluación de los avances de España en la consecución de la Agenda 2030.

En su elaboración, Cepes ha participado activamente como miembro del Consejo de Desarrollo Sostenible y de sus grupos de trabajo, así como a través del diálogo mantenido con el Gobierno a través de Ministerio de Trabajo y Economía Social y de la reunión mantenida por una delegación de Cepes, liderada por su presidente, Juan Antonio Pedreño, con la entonces secretaria de Estado para la Agenda 2030, Ione Belarra. Dichas aportaciones incidieron también en el Dictamen que el Consejo de Desarrollo Sostenible adoptó sobre la Estrategia en el mes de mayo de este año.

Asimismo, Cepes y las empresas de economía social participaron en la Consulta Integral al Sector Empresarial de preparación de la Estrategia que fue coorganizada por la Secretaria de Estado de la Agenda 2030 con la Red Española del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, consulta en la que se implicaron más de 1.900 empresas de distinto tamaño y naturaleza, de las cuales cerca del 10% fueron de Economía Social.

ACTOR CLAVE Y PRIORITARIO

El documento reconoce que las empresas de economía social son un actor empresarial clave para la Agenda 2030. Así, al hacer referencia al papel del sector empresarial en la promoción e implementación de la Agenda 2030, destaca “el modelo empresarial que regenta la Economía Social, basado en la primacía de la persona, en el reparto equitativo de los beneficios o su reinversión en el fin social de la empresa, compaginando eficiencia y competitividad empresarial con progreso y responsabilidad social. Los valores, objetivos y sistema de gobernanza que caracterizan la Economía Social nos acercan especialmente a la mirada que proponen los ODS, por lo que se hace necesario incentivar y fomentar la Economía Social como agente clave que contribuya a un crecimiento más inclusivo y sostenible, creador de empleo estable y de calidad”.

Asimismo, la estrategia refuerza este binomio economía social-desarrollo sostenible cuando habla de los retos relativos al desarrollo económico sostenible y el empleo. “La vinculación de la economía social con el desarrollo sostenible se reconoce en la Ley 5/2011 de Economía Social, que otorga un mandato a las Administraciones públicas para su promoción y desarrollo como tarea de interés general” y “tiene más capacidad para crear y proteger empleo en épocas de recesión económica, con menores tasas de temporalidad y mayor estabilidad en el empleo. Además, presentan una mayor incorporación de las mujeres en puestos directivos, y generan oportunidades laborales para colectivos con dificultades específicas para el empleo”, señala.

Además, la Estrategia Española de Fomento de la Economía Social 2021-2027 se identifica como una política prioritaria para generar “un nuevo modelo económico y productivo verde, digital y justo”. Y es que el documento señala la apuesta que la mencionada Estrategia hace por “generar mecanismos innovadores de participación de la economía social en sectores estratégicos vinculados con el desarrollo de la economía circular y la nueva economía de los cuidados, entre otros, así como intensificar el acompañamiento público de este modelo, para posibilitar la creación y viabilidad de nuevos proyectos socioeconómicos articulados desde la innovación social colectiva.”

Desde Cepes también aplauden el hecho de que se anuncia que se va a potenciar el carácter innovador de la Economía Social para la generación de un tejido económico inclusivo y sostenible, acompañando y facilitando el relevo generacional, así como el emprendimiento juvenil, y apoyando su digitalización, “como fórmula emergente de emprendimiento online especialmente indicado para personas jóvenes y para el mundo rural. La promoción de las redes de cooperativas, sociedades laborales y otras fórmulas de economía social acompañada de medidas de capacitación y formación ofrecerá nuevos servicios integrales a la sociedad y se incentivará la mejora del bienestar de la ciudadanía de las zonas rurales.” Dicha apuesta se concreta en el anuncio de “un Plan Integral de impulso a la economía social para la generación de un tejido económico inclusivo y sostenible”.

Por otro lado, la Estrategia prioriza a las entidades de Economía Social, junto con las personas trabajadoras autónomas y las pymes, en los procesos de licitación pública. Además, en lo relativo a las políticas sobre cohesión social y territorial y las acciones dirigidas a la eliminación de las brechas de género derivadas del reto demográfico, la Estrategia anuncia que va a poner el acento en “actuaciones dirigidas a incrementar la participación de las mujeres en las actividades económicas, ofreciendo oportunidades de formación, así como asesoramiento en el ámbito digital, tecnológico, del emprendimiento y de la economía social, acompañadas de la activación de líneas de apoyo financiero al emprendimiento de las mujeres, y de proyectos piloto para la inserción laboral de mujeres y jóvenes sobre el territorio”.

El presidente de Cepes, Juan Antonio Pedreño, señala que “la Estrategia de Desarrollo Sostenible 2030 va a abordar las principales transformaciones sociales, económicas y medioambientales de nuestro país. El hecho de que se sitúe a las empresas de Economía Social como parte fundamental de la misma, nos satisface por el reconocimiento que otorga a este modelo empresarial como motor clave para una recuperación sostenible y urgente basada en una economía que trabaje para las personas y el planeta”.

La Estrategia Española de Desarrollo Sostenible marcará las políticas y mecanismos para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible detallados en la Agenda 2030.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible fue firmada en 2015 por los jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros de Naciones Unidas. Representa el compromiso internacional para hacer frente a los retos sociales, económicos y medioambientales de la globalización, poniendo en el centro a las personas, el planeta, la prosperidad y la paz, bajo el lema de "no dejar a nadie atrás".