La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) tildó de "alarmante" la proposición, y la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) la calificó de "muy negativa" y un "ataque directo a la agricultora productiva".

En una nota, COAG señaló que la proposición de Bruselas "pone en peligro el modelo social de agricultura, el tejido productivo y la seguridad alimentaria de Europa".

Además, indicaron, "ahonda en los errores que han llevado al campo a la crisis actual". Criticaron también las ayudas desligadas de la producción, pues favorecen a los grandes propietarios de tierras absentistas, la desregulación de los mercados y la eliminación de la preferencia comunitaria.

Por otra parte, para la coordinadora, el sistema de pagos propuesto origina una transferencia de rentas de profesionales activos hacia tierras "improductivas e inactivas de gran base territorial".

"La política de ayudas continúa siendo indiscriminada e injusta", aseguraron desde la coordinadora, para agregar que en el periodo 2011-2019 las ayudas comunitarias a los agricultores españoles se verían reducidas un 17%, lo que "da al traste con el carácter estratégico del sector agrario".

"BRUTAL RECORTE"

Mientras, desde UPA subrayaron que la Comisión Europea "ha ignorado en su propuesta el principal problema de los agricultores y ganaderos españoles: La falta de precios justos para nuestros productos".

El secretario general de la organización, Lorenzo Ramos, explicó en un comunicado que la propuesta de PAC no aborda el reequilibrio de la cadena alimentaria que, a su juicio, es el principal reto del campo actualmente.

UPA lamentó el "brutal recorte" de ayudas para el campo español, que puede alcanzar el 20%, y quiso dejar claro que "la Comisión ha demostrado cobardía en el establecimiento del techo de ayudas y en la definición del agricultor en activo, totalmente irreales".