La cadena creó en España el año pasado 2.000 nuevos empleos e incrementó un 13% sus compras nacionales, hasta los 5.200 millones, de las que exportó más de la mitad.

Lidl, que ya es el tercer distribuidor en España con una cuota de mercado del 6,1%, abrió unas 40 nuevas tiendas y puso en marcha una nueva plataforma logística tras una inversión de unos 350 millones.

En el último lustro, el gigante germano ha aumentado un 36% su plantilla en España (integrada por 17.000 personas) y hasta un 73% sus compras en España, destinando cerca de 1.700 millones a la puesta en marcha de unos 180 establecimientos y tres almacenes.
Para 2021 prevé realizar una inversión récord de más de 400 millones y sumar en torno a 40 nuevas tiendas a su red comercial actual de 630 puntos de venta. También cuenta con ampliar sus recursos logísticos a escala nacional: tras adquirir a principios de año unos terrenos en Parla (Comunidad de Madrid), en este ejercicio iniciará las obras de sus futuros centros en Escúzar (Granada) y Martorell (Barcelona), y en otoño pondrá en marcha la que será su nueva plataforma logística de referencia para el norte de España en Nanclares de la Oca (Álava).

“En un año extremadamente complicado para todos, hemos aprendido a adaptarnos a las circunstancias y a reaccionar centrando nuestros esfuerzos en velar por la salud y la seguridad de nuestros empleados y clientes, garantizar el abastecimiento de nuestras tiendas y redoblar nuestro compromiso con España”, comenta el director general de Lidl España, Claus Grande, quien añade que “desde aquí, quiero hacer llegar un mensaje de agradecimiento y admiración a nuestra plantilla y colaboradores por hacer posible que Lidl haya podido seguir prestando un servicio esencial a la población y a nuestros clientes por haber seguido confiando en nosotros, permitiéndonos contribuir de forma decisiva a la reactivación económica de un país por el que continuaremos apostando en el futuro”.