Así lo denunció este martes Facua-Consumidores en Acción, que ha realizado un análisis sobre la evolución de la tarifa semirregulada (PVPC) que desvela que, si se extrapolan a un mes completo los precios aplicados del 1 al 15 de junio, el recibo del usuario medio sufriría una subida interanual de 27,53 euros y se situaría en concreto en 88,11 euros (impuestos incluidos), el segundo más caro de toda la historia, por detrás de los 88,66 euros del primer trimestre de 2012.

Según Facua, el incremento interanual de estos quince días representa para el usuario medio un 45,4% con respecto a junio de 2020, cuando el recibo mensual se situó en 60,58 euros, mientras la factura del pasado mayo fue de 82,13 euros para dicho usuario medio, entendido por la organización como aquel con una potencia contratada de 4,4 kW y un consumo de 366 kWh mensuales.

En cuanto a los porcentajes de consumo en los tres tramos horarios del nuevo sistema de facturación, la asociación ha tomado como referencia el actual perfil de usuario medio sin discriminación horaria publicado por la CNMC, que consume el 45% de la electricidad en el horario valle, el 29% en el horario punta y el 26% en el horario llano.

El precio medio del kilovatio hora (kWh) del 1 al 15 de junio ha sido de 13,62 céntimos en horario valle (impuestos incluidos), 18,19 céntimos en horario llano y 30,35 céntimos en horario punta, mientras en junio de 2020 el precio medio sin discriminación horaria fue de 11,31 céntimos y en junio de 2019, de 13,78 céntimos y la media del pasado mayo fue de 17,20 céntimos, según Facua.

Si se ponderan los consumos del usuario medio en cada tramo horario, el precio medio del kWh estos primeros quince días de junio asciende a 19,65 céntimos, un 73,7% por encima de los 11,31 de junio de 2020, según los cálculos de Facua, que puntualizó que el precio se acerca al “pico histórico” de la segunda semana de enero de 2021 (del 8 al 14), cuando alcanzó los 20,64 céntimos.

BRUTALES INCREMENTOS

La organización volvió a reclamar al Gobierno “soluciones” ante lo que calificó como “brutales” incrementos tarifarios que continúan aplicando las eléctricas así como un cambio en el nuevo sistema de facturación por tramos horarios, en vigor desde el 1 de junio. La asociación criticó, además, que la bajada media del 14,2% en el precio del término fijo de la factura, la potencia contratada, resulta “absolutamente insuficiente” y advirtió de que el precio del kW ha pasado de 4,30 euros mensuales para un mes de 30 días, a 3,69 euros de media (3,21 euros en horario punta más 0,15 euros en valle y el margen de comercialización de 0,33 euros).

Facua reclamó de nuevo el adelanto del periodo valle a las 22.00 horas de lunes a viernes y, aunque valora “positivamente” el recorte de 1.000 millones sobre retribuciones a las eléctricas por la no emisión de CO2 en las centrales hidráulicas y nucleares, instó al Ejecutivo a “cumplir la promesa” de aplicar una tarifa más baja para los primeros kilovatios hora (kWh) consumidos y le exigió una “reforma de calado” del bono social “para que sean muchas más familias las que puedan acogerse a él”, así como una bajada del Impuesto sobre el Valor Añadido en la factura de los consumidores domésticos.