El asturiano Alberto Suárez tuvo que enfrentarse a una dura carrera que, en la mayor parte de sus 42,195 kilómetros, recorrió en solitario. Suárez mostró un gran tesón y una madurez deportiva que le permitieron soportar la distancia en soledad.

Suárez, primer corredor de raza blanca que cruzó la meta, detuvo el crono en 02:25,01, batiendo de este modo el récord del mundo de maratón en categoría B2 (deficientes visuales) y ocupando, además, la quinta posición en la clasificación. Con este tiempo, el atleta asturiano baja el récord del mundo, que él mismo poseía, en algo más de cuatro minutos.

Por su parte, la catalana Carmen Paredes también consiguió batir el récord del mundo de maratón en categoría B2, marcando un tiempo de 03:00,16 y rebajando el anterior récord del mundo en más de media hora.

El granadino, aunque residente en Córdoba, Manuel Garnica finalizó su participación en la prueba con un tiempo de 2:45,52.