Así respondió en la rueda de prensa que ofreció al término de la reunión de la Ejecutiva, sin la presencia del presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, en la que se abordó este tema porque “no podemos eludir una cuestión tan vital como ésta”, que va a “contribuir a la normalidad”.

Sobre esta cuestión, aseguró que no hay “ninguna objeción, ninguna crítica, en absoluto” porque, pese a que algunos lo consideren una “novedad”, se trata de un “proceso que viene de lejos” y es fruto de los “esfuerzos del PSOE para trabajar en pos del diálogo”, como apuntó Sánchez desde su investidura.

“Lo que viene de nuevo”, expuso, “es que se produjeron sentencias” contra los líderes políticos del ‘procès’, que el Gobierno “ha respetado” y cuyas penas “se están cumpliendo”. A lo que también sumó la “actitud crítica por parte de ERC, de revisión a su actuación, de rechazo a la unilateralidad y de mayor comprensión y empatía” con los catalanes no independistas.

“Quien niega todo no puede reconocer parte”, dijo Ábalos antes de remarcar que “el partido apoya complemente esta cuestión” de los indultos porque son una medida dirigida "a la convivencia, a la utilidad general, no a nadie en concreto”, aunque reconoció que implican ciertos “beneficios particulares” para los condenados.

“El objeto, defendió Ábalos, es abordar desde una visión política lo que siempre debió abordar así y no desde la cobardía" de quienes "desplazaron la solución del conflicto al poder judicial para no encarar este problema y no asumir los riesgos políticos”.

Ábalos se preguntó si “van a ser éstos los que nos hablan ahora de cómo resolver un problema, los actores del problema” y esos que han sido “condenados a la irrelevancia” en Cataluña, remachó, dirigiéndose al Partido Popular. “Nadie puede negar nuestro derecho de hablar con todos”, aseveró.

FOTO COLÓN

Precisamente, el ministro arremetió contra la concentración de este domingo en la plaza de Colón en la que la derecha, y en concreto el PP, ha “fracasado otra vez en su intento de incendiar las calles” como, recordó, ocurriera con la también recogida de firmas contra el Estatut y que situó como el germen de la situación actual.

La de esta ocasión, dijo, es la “foto de la vergüenza” porque el líder del PP, Pablo Casado, se “esconde en una esquina sin pisar la plaza para que no le abucheen”. Es la “foto de la derecha dividida” donde PP y Cs están “avergonzados por hacerle el juego a Vox”.

Aprovechó el ‘número tres’ del PSOE para criticar que Casado “no convence a la derecha más moderada ni a la más dura”, y de ahí el “abucheo” que sufrió este domingo.