Morales participó en este encuentro organizado por Nueva Economía Fórum con la intervención principal del presidente de la patronal Unión Española Fotovoltaica (UNAF), Rafael Benjumea.

El responsable de Próxima Energía aseguró que la energía fotovoltaica, como el resto de las renovables, está contribuyendo a abaratar el precio de la energía en el mercado mayorista, “pero tenemos un problema estructural en las reglas de juego” que hace que el precio final al consumidor se dispare, por problemas puntuales como ‘Filomena’ o ahora con el alza del mercado de CO2, pese a que en España el 80% de la generación eléctrica no tiene nada que ver con el CO2 o el gas natural.

“Se está creando una alarma social no tanto por tener que poner lavadoras a las 3 de la mañana o porque cambie el sistema tarifario, sino porque el mercado mayorista está en unos niveles estratosféricos de precio, y la ley tiene que garantizar que la rebaja que se está produciendo en los costes de producción se traslade adecuadamente a los consumidores”, señaló Morales.

A su entender, la última subasta celebrada en enero va en esa dirección al fijar a precio fijo el 95% de la energía que sale a puja, pero solo con las licitaciones no basta, y hay que tomar medidas más contundentes de contención en el encarecimiento.

“Me preocupa la situación política que tenemos ahora de rifirrafes más o menos interesados, donde no hay una capacidad de consenso para reformar algo que es esencial”, agregó. “Y me preocupa que esto nos lleve a una involución en la que se condene a las energías renovables culpándolas de que no han sido capaces de abaratar la factura, cuando el problema es estructural”.