Sector financiero

Botín pide evitar normas que generen “aversión al riesgo” y reduzcan la capacidad de impulsar los proyectos que precisa la economía

- Propugna abonar la innovación y el optimismo porque enfrentar los retos “requiere ver el vaso medio lleno”

MADRID
SERVIMEDIA

La presidenta del Santander, Ana Botín, demandó este martes a los reguladores evitar normativas que “generen una aversión al riesgo que reduzca nuestra capacidad de impulsar proyectos de crecimiento que necesitamos como sociedad”, alentando a fomentar, en contrapartida, el optimismo y la innovación entre las empresas para enfrentar los desafíos que se avecinan.

La banquera admitió durante su intervención en el Foro Económico Internacional organizado por ‘Expansión' que resulta “lógico” que los poderes públicos, los gobiernos y organismos supranacionales “busquen nuevos marcos de protección de nuestros derechos” en los momentos actuales, ya que encaramos “cambios fundamentales en nuestras formas de producir, de consumir y en la forma de vivir” por la era digital.

“Es lógico -prosiguió- que estén atentos para impulsar mecanismos compensatorios de los desequilibrios que se generan en estos procesos de transformación profunda y acelerada”, pero alentando a que, “entre todos”, se colabore para que dichas actuaciones creen normas que “no generen una aversión al riesgo” entre el empresariado.

“Miremos a nuestro entorno, observemos dónde se generan y se desarrollan los proyectos más transformadores, más sostenibles y de mayor impacto en el bienestar colectivo. ¿Qué marco regulatorio? ¿Qué prácticas y usos sociales? ¿Qué cultura empresarial y emprendedora tienen esas sociedades?”, animó.

Botín abogó por favorecer, precisamente, “el fomento de la creatividad y de la innovación personales, individuales y empresariales” porque hay “evidencia empírica suficiente para saber que las sociedades más inclusivas y más prósperas, las más tolerantes, las más abiertas, son las que más y mejor fomentan la creatividad y la iniciativa personal”.

“Enfrentar esos retos requiere ver el vaso medio lleno. Es la mejor estrategia empresarial y de desarrollo social”, afirmó, y demandó para ello “que seamos optimistas, que asumamos riesgos, que ayudemos a conformar un entorno colectivo también que lo favorezca” a la vez que se valora “en su justa medida” y “con realismo” lo que ha ocurrido con la pandemia y la crisis derivada de ella.

En defensa de esta tesis explicó que “el punto de partida y las oportunidades”, además de “lo que ocurra será lo que hoy mismo estén pensando en algún lugar algún grupo de emprendedores que estén convencidos de que tienen respuesta para todo lo que se les pueda poner por delante, de que tienen un proyecto, la ambición para llevarlo a cabo y el optimismo y la confianza en que tendrán éxito”.

La presidenta del Santander apuntó que la pandemia “nos ha condenado a vivir con miedo”, pero las vacunas “lo están quitando a la gente” y “la sociedad tiene ganas de volver a ser libre y feliz”. Según glosó, esta actitud “ya pasó tras la gripe española, la Primera Guerra Mundial” o con los “felices años veinte”, recordando que fue el presidente Franklin Roosevelt quien dijo en los años más sombríos de la Gran Depresión “la famosa frase de que: ‘A lo único a lo que había que tenerle miedo era al miedo mismo’”.

“El pesimismo resta energías, ahuyenta las nuevas ideas, impide la experimentación y pospone el cambio. El pesimismo nos hace esclavos del pasado. Justo lo que no necesitamos estando como estamos en el principio de una revolución tecnológica y un cambio en los valores de la sociedad”, abundó.

Según expuso, en la salida de otras crisis siempre hubo empresarios “dispuestos a tomar más riesgos que otros”, que “en lugar de ver la botella medio vacía, la vieron medio llena y acertaron”. “No eran unos aventureros. Tenían ambición, pero también sobre todo un proyecto. Simplemente eran empresarios”, agregó.

A título de ejemplo, detalló que en el 2012, cuando España atravesaba uno de sus peores momentos en la crisis financiera, se crearon casi 300.000 empresas, aunque el 25% desaparecieron un año después y tras 5 años sólo seguían operativas unas 122.000, el 43%, pero arriesgaron porque creían en sus proyectos.

“Como sociedad también sabemos que su optimismo y su determinación de hacer empresa fueron los que permitieron que España dejara atrás la gran recesión de 2008-2014. Esta es la fuerza del optimismo”, alentó.

(SERVIMEDIA)
08 Jun 2021
ECR/clc