La sentencia señala que "de lo expuesto se desprende que (los denunciados) no integran el delito de daños por el que venían siendo acusados, toda vez que no se ha causado ningún desperfecto en los bienes de la entidad Repsol, sino únicamente manchas que desaparecieron con el sistema de limpieza de la empresa".

Los hechos se remontan al pasado 12 de diciembre, quinto aniversario de la firma del Acuerdo de París, cuando las organizaciones integradas en Rebelión por el Clima (plataforma de la que forma parte Greenpeace) se movilizaron para denunciar a Gobiernos y empresas por su negligencia climática.

En concreto, los ocho activistas denunciados acudieron a la sede de Repsol con una pancarta en la que simularon un derrame de petróleo y desplegaron una pancarta en la que se leía ‘Cinco años después seguimos luchando por el 1,5ºC’.

Las organizaciones que integran la plataforma señalan la responsabilidad frente a la crisis climática de grandes empresas como Repsol, Iberdrola, Endesa, Naturgy, Iberia, Ecoembes, Real Madrid, Banco Santander, BBVA, Campofrío o Coren, cuyos intentos de ‘lavado verde’ ('greenwashing', en inglés) no son soluciones ante la emergencia climática, sino “cortinas publicitarias” que generan nuevos conflictos, agravan el cambio climático y retrasan su solución.

“Se ha hecho justicia: el derecho a la protesta ha prevalecido, como no podía ser de otra manera. Eso sí: éste es un ejemplo más de hasta dónde está dispuesta a llegar la industria de los combustibles fósiles para silenciarnos, pero mientras continuemos sin una respuesta adecuada a la emergencia climática, que incluya las medidas necesarias para acabar con el consumo de combustibles fósiles, seguiremos protestando”, señalaron desde la plataforma.