En contestación a una pregunta escrita de Vox en el Congreso de los Diputados, el Gobierno informa de que, dentro de las posibilidades para reemplazar los veteranos P-3 Orión y CN-235 Vigma del Ejército del Aire, la compra de unidades del avión C295 de Airbus para patrulla marítima es tan solo una de las posibilidades.

Desde Vox se preguntó al Ejecutivo por los motivos que llevaron al abandono del programa ‘Accelerated Interim Multinational MPA Solution (Aim2s)’ de la OTAN, para el que España propuso el Airbus C295 y en el que resultó finalmente elegido el P-8 ‘Poseidon’ de Boeing.

En la contestación, el Gobierno señala que, en el caso de la necesidad operativa de un sistema aéreo de vigilancia multisensor para sustituir a los aviones de patrulla y vigilancia marítima, “el programa está en la fase de definición y decisión, tras elaborar el Documento de Necesidad Operativa y definido los requisitos”, y añade que “dentro de las opciones para cubrir esta capacidad”, se contempla “la adquisición de aviones C295 con capacidad de patrulla marítima”.

Además, el Ejecutivo reconoce no tener “aún decidida la solución a esta necesidad”, algo que el 30 de julio del pasado año quedó, en teoría, resuelto. Ese día, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el CEO de Airbus, Guillaume Faury, se reunieron en Madrid para abordar la crisis que atravesaba el sector aeronáutico por la pandemia.

En dicha cita celebrada en la Moncloa, el presidente del Gobierno se comprometió asumir compras en programas de defensa, entre las que se anunció la transformación de tres A330 en aviones de reabastecimiento y la adquisición de cuatro aviones C295 para Patrulla Marítima. Todo ello a cambio de un recorte en el plan de despidos de la multinacional para España.