En su intervención, Gabilondo pidió que los ajustes no afecten “a la FP en este momento decisivo”, pues “si es realmente necesaria para afrontar la crisis y salir de ella, no la podemos recortar”.

“Hemos realizado un gran esfuerzo entre todos para la renovación del catálogo de cualificaciones profesionales y títulos”, a fin de “lograr una oferta más moderna, más adaptada a las actuales necesidades, más equitativa y de mayor calidad”, subrayó.

Sin embargo, prosiguió, “todos los retos que aún aguardan a la Formación Profesional solo se pueden abordar con garantías si lo hacemos juntos, desde el acuerdo, el consenso y el diálogo”, insistió Gabilondo.

FLEXIBILIDAD E INTEGRACIÓN

En su discurso, el ministro destacó la gran flexibilidad que existe entre la nueva FP y el resto de etapas educativas, y resaltó su plena integración en el Espacio Europeo de Educación Superior.

Al acto de apertura asistieron también los Príncipes de Asturias. Don Felipe coincidió con el ministro en destacar la importancia de alumnos y profesores en el desarrollo de una educación de calidad.

“Renovar la Formación Profesional ha supuesto un esfuerzo muy notable por parte de la comunidad educativa y de las administraciones responsables, y por ello deseo expresaros nuestra felicitación y gratitud”, afirmó el Príncipe.

A su juicio, hoy en día “contamos con una Formación Profesional mejor y más atractiva, que ajusta los perfiles que oferta a los alumnos y las demandas laborales en los diferentes sectores productivos.

En el curso 2011-2012 los alumnos matriculados en estudios de formación profesional ascendieron a 610.860, lo que supone 32.286 más que el año pasado.

Esto supone que estas disciplinas “son cada vez más atractivas”, apuntó Gabilondo, quien no obstante señaló que necesitamos 200.000 alumnos más, sobre todo de grado medio, a fin de afrontar las necesidades del mercado de trabajo en 2020”, concluyó Gabilondo.